EN ESTA PUBLICACIÓNENCONTRARAN ALGUNOS DE MIS TRABAJOS EN PINTURA DE CANDOMBE TANTO ACRILICOS COMO TINTAS, Y TAMBIÉN REFERENCIAS DE ESTE RITMO AFRO Y SUS ORIGENES EN URUGUAY, COMO REFERENCIAS DE OTROS PINTORES QUE HAN TOMADO ESTE TEMA EN SUS PINTURAS ES EL CASO DE PEDRO FIGARI ENTRE OTROS , GAYOSA, PAÉZ VILARO.
Uruguay - Tambores de candombe: repique (izquierda), piano (medio) y chico (derecha).
El candombe uruguayo hoy en día se toca con tres tambores: chico, repique y piano, ordenados de más agudo a más grave. Hoy en día se fusiona con guitarra, piano, y otros instrumentos.
Sus temas nativistas, muy difundidos en la literatura y el arte en la década de 1920, tienen un carácter nostálgico y onírico y son fruto de la distancia, ya que la mayoría de estas pinturas las realizó en París: sus negros, personajes camperos y escenas coloniales estaban muy lejos del universo parisino que le rodeaba. Las manchas y los colores expresivos, llenos de vitalidad, dan forma a cuerpos humanos y animales dotados de una enorme elasticidad. Sus perros, presentes frecuentemente en los patios coloniales, así como los caballos de las escenas camperas, parecen seguir con su anatomía las contorsiones de los seres humanos a los que acompañan.
El colorido y la pincelada en forma de mancha son dos características que lo emparentan con Van Gogh y los postimpresionistas, quienes solían distorsionar formas y colores generando en sus obras un espacio mágico. Los numerosos dibujos que realizó, como los que ilustran su libro Historia Kiria, muestran una línea de gran fluidez. En 1933 Figari regresó al Uruguay con una importante obra después de más de diez años de ausencia.
Candombe | |
Orígenes musicales | Música africana principalmente, del área bantú |
Orígenes culturales | Comunidad africana del Río de la Plata, y en menor parte otras mezclas culturales de la región |
Instrumentos comunes | Uruguay : Tambor "Chico" Tambor "Repique" Tambor "Piano" 2 tambores: llamador o tumba, contestador o repicador, taba y mazacaya (en el porteño) |
Popularidad | En la Argentina muy alta entre los afroporteños |
El candombe es un género musical que tiene sus raíces en el África bantú,2 y es propio de Uruguay, la Argentina y Brasil. El candombe uruguayo es el más practicado y difundido internacionalmente y ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.1 El candombe argentino puede encontrarse, en menor medida y en forma focalizada, en las ciudades de Buenos Aires, Santa Fe, Paraná, Saladas y Corrientes.3 En Brasil aún conserva su caracter religioso y lo vemos en el Estado de Minas Gerais.4
Originado a partir de influencias de música africana, fue desarrollándose en ambas orillas del Río de la Plata debido a la gran afluencia de negros esclavos durante la época colonial y hasta bien entrado el siglo XIX, ya con la forma republicana en vida en ambas orillas. Con el correr del siglo XX el candombe uruguayo fue dejando paulatinamente de ser una característica exclusiva de los afrouruguayos para pasar a ser un rasgo de identidad de la cultura uruguaya.5 El candombe argentino recién cobró visibilidad hace pocos años y su práctica se circunscribe a los afroargentinos del tronco colonial.
Historia
El candombe surge en la época colonial como el principal medio de comunicación de los africanos esclavizados que desembarcaban en el puerto de Montevideo, de forma que auna comunicación, danza y religión. La palabra candombe aparece por primera vez en una crónica del escritor Isidoro de María (1808–1829). Su origen se remonta a fines del siglo XVIII en el Virreinato del Río de la Plata, en lo que hoy es Argentina y Uruguay, con su característico tamboril y sus personajes prototípicos. Originalmente concebida como pantomima de la coronación de los reyes congos, imitando en la vestimenta y en ciertas figuras coreográficas, aunó elementos de la religión bantú y la católica. Si bien es original de la actual Angola, de donde fue llevado a Sudamérica durante los siglos XVII y [siglo XVIII|XVIII]] por personas que habían sido vendidas como esclavos en los reinos de Kongo, Anziqua, Nyongo, Luango y otros, a tratantes de esclavos principalmente portugueses Los mismos portadores culturales del candombe colonizaron Brasil (sobre todo en la zona de Salvador de Bahía), Cuba, y el Río de la Plata con sus capitales Buenos Aires y Montevideo. Las distintas historias que siguieron estas regiones separaron el tronco común originario dando origen a diversos ritmos hermanados en la distancia. Es de gran importancia remarcar que en su danza no existe imitacion alguna por parte de los ejecutantes de su danza hacia sus amos (en esa época) sino que utilizaban su vestimenta en días de fiesta como conmemoración de días religiosos de la cultura.
Fue en las grandes barriadas negras de Montevideo donde esta música surge y se mantuvo viva, a pesar de extenderse a Buenos Aires, el candombe surge en Montevideo debido a su puerto natural de la época que facilitó la constitución de Montevideo como principal centro comercial de trata de esclavos junto con Cuba. El candombe termina adquiriendo su actual fisonomía en el Barrio Sur y el barrio Palermo durante los siglos XIX y XX. La mayoría de los negros se mezclaron en lo que hoy es la cultura global. Sus ritmos africanos y sus rasgos culturales se mezclaron con el fondo cultural común de estos países. Pero en los conventillos de Montevideo como el Medio Mundo y el de Ansina pervivieron grupos de familias extensas que se fortalecieron en torno al candombe. Así el candombe se convirtió en emblema, representativo de la negritud. No obstante numerosos investigadores concuerdan que el Candombe, a través del desarrollo de la milonga es un componente esencial en la génesis del Tango. En realidad, Tango, Milonga y Candombe forman un tríptico musical proveniente de la misma raíz africana. Pero con evoluciones distintas.
Inicialmente, la práctica del candombe corría exclusivamente por parte de los negros, quienes tenían destinados lugares especiales llamados tangós. Este vocablo origina en algún momento del siglo XIX la palabra tango, aunque todavía sin su significado actual.
Posteriormente surge La Comparsa, es la agrupación que congrega a los personajes típicos del candombe como son La Mama Vieja, El Gramillero, El Escobero y un numeroso cuerpo de baile representado por bailarines de ambos sexos, vibrando con el ritmo generado por La cuerda de tambores. También se les llama popularmente tamboriles, aunque esto delata que quien la emplea no es conocedor del tema.
Si bien el candombe se toca todo el año por las barriadas montevideanas, en febrero se realiza en dos barrios, Barrio Sur y Barrio Palermo de Montevideo el desfile de llamadas, que involucra a decenas de comparsas. Cada una está formada por unos cincuenta percusionistas como mínimo, quienes se complementan con un cuerpo de bailarines y los diversos personajes propios del género.
El candombe es también un ritmo que se usa en Uruguay como base para canciones de distintos estilos musicales. Ha sido adaptado a la murga,otro de los géneros característicos de Uruguay, con el nombre candombeado. Desde los años 1970 grupos como George Roos, Manolo Guardia y su Combo Candombero, Pedro Ferreira y su Cubanacan, El Kinto, Negrocan, Totem y Rey Tambor usaron el ritmo del candombe. Artistas como Eduardo Mateo, Rubén Rada, Jaime Roos cultivan el candombe canción, fusionándolo con el rock y la murga uruguaya. También en los setenta, al influjo del jazz fusión en boga en la época, los hermanos Hugo Fattoruso y Osvaldo Fattoruso junto a Ringo Thielmann, formaron Opa (con la colaboración también de Rubén Rada y el percusionista Airto Moreira), recalando en los Estados Unidos con su candombe jazz. En los últimos años, algunas agrupaciones de música bailable de la llamada música tropical uruguaya han incorporado también la "cuerda de tambores" del candombe a su producción.
Hoy se asiste a un resurgimiento, aunándose a la tradición de las Comparsas y del Carnaval con la fusión de otros ritmos (jazz, rock, beat, salsa, reagge, rap y a una expansión. Esta última debido, sobre todo, a los movimientos migratorios Desde el Uruguay a las comunidades en el mundo entero. Donde con orgullo exhiben esta expresión del candombe en los lugares más remotos. Estos candomberos hacen escuchar el cuero en Argentina, Nueva York, Ibiza, Cuba, París, Barcelona, Japón, etc..
La influencia africana no fue ajena a la Argentina, donde el candombe también se desarrolló con características propias. En Buenos Aires hay población negra africana esclavizada desde su misma fundación, en 1580. La mención más antigua documentada de la palabra candombe en Buenos Aires aparece en un documento del Cabildo del 27 de junio de 1825 en el que se prohibieron a los negros hacer sus "batuques" y "candombes".6 7 Sin embargo su permanencia en la cultura argentina fue prácticamente extinta debido a hechos como la epidemia de fiebre amarilla y la Guerra del Paraguay que diezmaron la población negra y la llevaron al borde de la desaparición y, con ella, sus rasgos identitarios ancestrales.8
En la ciudad de Buenos Aires, fundamentalmente en los barrios del sur hoy llamados San Telmo, Monserrat y San Cristóbal, se congregaban multitudes de negros para practicarlo. Fue decreciendo paralelamente con la invisibilización que diversos gobiernos nacionales hicieron con los negros desde la segunda mitad del siglo XIX, diezmados por las causas citadas y el caudal inmigratorio de blancos europeos que los desplazó del servicio doméstico, los oficios artesanales y la venta calleja. Por otra parte, el candombe porteño permaneció oculto de cara a la sociedad envolvente por voluntad de los propios afrodescendientes durante más de un siglo.
El candombe porteño o argentino no tiene otro apelativo que éstos. Sus cultores no reconocen denominaciones como "candombe rioplatense" y "candombe guariló", ya que provienen de personas ajenas a la actividad y por tanto carecen de representatividad.9
El candombe afroargentino influyó en la milonga pampeana campera, y a través de ésta y con el paso del tiempo, influyó en el tango argentino.
Últimamente algunos artistas han incorporado este género a sus composiciones y crearon grupos de candombe argentino y ONGs de afrodescendientes, como la Asociación Misibamba, Comunidad Afroargentina de Buenos Aires. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el Candombe de Uruguay es aún el más practicado. Debido a la inmigración de uruguayos y por lo seductor de su ritmo que cautiva a los argentinos. Por ese motivo no solo que estudian su música sino también su baile y personajes que recrean de una forma parecida. Se toca mucho en los barrios de San Telmo, Monserrat y La Boca. Mientras que la variedad argentina tuvo menos difusión local (comparada con la difusión que hubo en Uruguay); principalmente por la mermación de población de origen negroafricano, su mezcla con inmigrantes blancos y la prohibición del carnaval durante la última dictadura.El candombe porteño lo tocan sólo los afroargentinos en el ámbito privado de sus casas, ubicadas mayormente en el conurbano bonaerense.10 Recientemente, a partir de su cambio de estrategia de pasar del ocultamiento a la visibilización, hay algunos emprendimientos para interpretarlo en el espacio público, como escenarios y desfiles callejeros. Entre los grupos de candombe argentino se encuentran Tambores del Litoral (unión de Balikumba, de Santa Fe y Candombes del Litoral, de Paraná, Entre Ríos), Bakongo (estos, cuentan con su propia página web), Bum Ke Bum y la Comparsa Negros Argentinos; estos tres últimos del Gran Buenos Aires.
Características musicales
El candombe uruguayo tiene un ritmo de cuatro negras por compás con clave 3:2, la misma clave 3:2 del son cubano.
[editar] Instrumentos del candombe
El candombe uruguayo hoy en día se toca con tres tambores: chico, repique y piano, ordenados de más agudo a más grave. Hoy en día se fusiona con guitarra, piano, y otros instrumentos.
Chico
El chico es el tambor más pequeño y de registro más agudo; es la base del candombe, el patrón que toca vendría a ser como el de una maraca o una cáscara pero en un tambor. Toca la segunda semicorchea de cada negra con la mano mientras que la tercera y la cuarta con el palo, dejando en silencio la primera semicorchea de cada negra. El chico repicado toca la segunda semicorchea con la mano mientras que la primera, tercera y cuarta con el palo. El chico tiene un patrón fijo: cada negra del compás de cuatro cuartos, se divide en cuatro partes: Chico de 2
- Un silencio —de semicorchea.—
- Un golpe acentuado, semiabierto (como un snap(conga) pero sin dejar la mano en el cuero), de mano izquierda,
- Dos golpes de palo, el cual se sostiene con la derecha.
Ejemplo: Compás 4/4 s M p p s M p p s M p p s M p p \\ Chico de 3 ó 4
- Un golpe acentuado, semiabierto, de mano izquierda,
- Tres golpes de palo, el último golpe que algunos lo tocan acentuado(cae en la semicorchea número 1) el cual se sostiene con la derecha.
Ejemplo: Compás 4/4 s M p p p M p p p M p p p M p p \ p M p p p M p p p M p p p M p p \\
Repique
Las dimensiones del repique lo sitúan en el medio, más grande que el chico pero más pequeño que el piano y, en cuanto a registro, también está situado en el medio. Básicamente cuenta de un ritmo de 2 células de 2 negras donde se acentúa la 2.ª semicorchea de la primera negra y la primera y cuarta semicorchea de la 2.ª negra. Entre estos acentos que son tocados con la mano el palo rellena; este relleno depende totalmente del barrio y del tocador. El repique también cumple la función de llevar la clave (madera) sobre el casco del tambor y «conversa» con los otros repiques y con los pianos. Normalmente es el tambor que llama tanto a subir o bajar de tempo e intesidad como a cerrar y abrir el toque. El repique es el que más improvisa y difícilmente se puede describir con lenguaje técnico su ritmo. Una base de ejemplo es: s M s p M p s M p M s p M p s p\
Piano
El piano es el tambor más grande de registro más grave. El patrón que toca depende del barrio y del tocador que lo ejecute. No todos los tocadores de piano repican pero es algo que se da cada vez más en los diferentes barrios de Montevideo. El piano «llama», «contesta», «rezonga» y «tiene una conversación» con los repiques y con los otros pianos. El piano suele improvisar bastante variando de acuerdo a una u otra zona de Montevideo. Por lo general cada agrupación cuenta con un ritmo de piano propio que la identifica.
Argentina
El candombe argentino se toca con dos tipos de tambores, de exclusiva ejecución masculina: “llamador”, "base", "tumba", “quinto” o “tumba base” -que es grave- y “contestador”, “repicador”, “requinto” o "repiqueteador" -que es agudo-. Sendos tambores los hay, a su vez, en dos modelos: en tronco excavado, que se cuelgan con una correa en bandolera y se tocan en desfile de comparsa; y con duelas, más altos que aquellos y se tocan de sentado. Ambos tipos, se percuten directamente con las manos. Otros dos tambores se tocan ocasionalmente: el “macú” y el “sopipa”. Ambos son hechos con tronco excavado, el primero se toca acostándolo en el piso pues se trata del tambor más grande y grave de todos, y el “sopipa” que es pequeño y agudo, colgado o sosteniéndolo entre las rodillas.
Entre los idiófonos que siempre acompañan está la “taba” y la “masacalla” (o “mazacalla”), pudiéndose sumar el “quisanche”, el “chinesco” y la “quijada”. Sea que el candombe se toque de sentado o en desfile, se trata de una práctica vocal-instrumental, existiendo un nutrido repertorio de cantos en idiomas africanos arcaicos, en español o en una combinación de ambos. Suelen estructurarse en forma de diálogo y se interpretan de manera solista, responsorial, antifonal o en grupo. Aunque generalmente el canto es una práctica femenina, también intervienen hombres. En los casos que hay más de una voz, siempre es al unísono.
PEDRO FIGARI - PINTOR DE LA PASION DEL CANDOMBE
Sus temas nativistas, muy difundidos en la literatura y el arte en la década de 1920, tienen un carácter nostálgico y onírico y son fruto de la distancia, ya que la mayoría de estas pinturas las realizó en París: sus negros, personajes camperos y escenas coloniales estaban muy lejos del universo parisino que le rodeaba. Las manchas y los colores expresivos, llenos de vitalidad, dan forma a cuerpos humanos y animales dotados de una enorme elasticidad. Sus perros, presentes frecuentemente en los patios coloniales, así como los caballos de las escenas camperas, parecen seguir con su anatomía las contorsiones de los seres humanos a los que acompañan.
El colorido y la pincelada en forma de mancha son dos características que lo emparentan con Van Gogh y los postimpresionistas, quienes solían distorsionar formas y colores generando en sus obras un espacio mágico. Los numerosos dibujos que realizó, como los que ilustran su libro Historia Kiria, muestran una línea de gran fluidez. En 1933 Figari regresó al Uruguay con una importante obra después de más de diez años de ausencia.
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