miércoles, 28 de septiembre de 2011

TANGO

A CONTINUACIÓN BREVE RESEÑA DEL TANGO Y SU HISTORIA MÁS ALGUNAS PINTURAS Y DIBUJOS DE MI AUTORÍA SOBRE EL TEMA.
El Tango es un género musical tradicional de Argentina y Uruguay, nacido de la fusión cultural entre emigrantes europeos, descendientes de esclavos africanos y de los nativos de la región del Río de la Plata.[2] Musicalmente suele tener forma binaria (tema y estribillo) o ternaria (dos partes a las que se agrega un trío). En esencia, es una expresión artística de fusión, de naturaleza netamente urbana y raíz suburbana («arrabalero»), que responde al proceso histórico concreto del mestizaje biológico y cultural de la población rioplatense pre-inmigración y la inmigración masiva, mayoritariamente europea, que reconstituyó completamente las sociedades rioplatenses, a partir de las últimas décadas del siglo XIX.

Su interpretación puede llevarse a cabo mediante una amplia variedad de formaciones instrumentales, siendo las más características el cuarteto de guitarras, el dúo de guitarra y bandoneón, el trío de bandoneón, el piano y contrabajo, y la orquesta típica o sexteto.

Las letras de sus canciones están compuestas basándose en un argot local llamado lunfardo y suelen expresar las tristezas, especialmente «en las cosas del amor»,[3] que sienten los hombres y las mujeres de pueblo, circunstancia que lo emparenta en cierto modo con el blues, sin que ello obste al tratamiento de otras temáticas, incluso humorísticas y políticas.

Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como «un pensamiento triste que se baila».[4]

En 2009 fue presentado por los presidentes de la Argentina y Uruguay para ser incluido, y finalmente aprobado en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la Humanidad por la UNESCO.[5]


Etimología

El término parece provenir del idioma ibibio (idioma de la familia lingüística Níger-Congo), tamgú: ‘tambor’ y ‘bailar (al son del tambor)’. Se desconoce a ciencia cierta si la palabra española tambor proviene de este ibibio tamgú o del árabe hispánico tabal. En el siglo XIX, en la isla El Hierro (de las islas Canarias) y en otros lugares de América, la palabra «tango» significaba ‘reunión de negros para bailar al son del tambor’.

El historiador Ricardo Rodríguez Molas[6] investigó los lenguajes de los esclavos llevados a la Argentina. La mayoría provenía de etnias de Congo, el golfo de Guinea y el sur de Sudán. Para ellos, tangó significaba ‘espacio cerrado’, ‘círculo’ y cualquier espacio privado al que para entrar hay que pedir permiso. Los traficantes de esclavos españoles llamaban «tangó» a los lugares donde encerraban a los esclavos, tanto en África como en América. El sitio donde los vendían también recibía ese nombre. Antes de 1900 a este género se lo llamaba «tango canyengue». La palabra es de origen africano. Los negros porteños la pronunciaban caniengue y desde 1900 los blancos lo escribieron y pronunciaron canyengue (con la ye porteña).

El «caminar canyengue» es una manera de caminar del compadrito, de cadenciosos movimientos de cadera. También se lo llama «caminar arrabalero» (siendo «arrabal», los suburbios o barrios bajos de las antiguas ciudades de Buenos Aires y Montevideo). Como lo representa Tita Merello en la película Arrabalera (1945).

El Diccionario de la Lengua Española de la RAE, en su edición de 1899, definía al tango como una ‘fiesta y danza de negros o de gente del pueblo, en América’ y también, como segunda acepción, ‘la música de esa danza’. Es interesante notar que el diccionario le suponía al término un origen latino que hoy parece erróneo, es decir, a partir de la 1ª pers. sing. de tangir (ego tango), evolución romance del verbo latino tangere, i.e. tañer un instrumento. El error persistía en la edición de 1914. Las siguientes ediciones eliminaron la aventurada etimología.

La edición de 1925 definía al tango como antes, aunque ya sin la errónea etimología latina, y agregaba: ‘Danza de alta sociedad importada de América al principio de este siglo’. Esto evidencia que el tango había pasado de ser de clase baja a la clase alta. También se agregaron más acepciones: ‘Música de esta danza’ y ‘tambor de Honduras’. En el creole que se habla en los «morenales» de la costa caribeña de Honduras (de población mayoritariamente negra) se conservan muchas palabras originales africanas. La edición de 2001, la vigésima segunda, definió el tango como un ‘baile rioplatense, difundido internacionalmente, de pareja enlazada, forma musical binaria y compás de dos por cuatro’. El término gotán significa ‘tango’ en vesre.




Se estima que el Tango se nutrió de otros estilos musicales como la payada, la milonga campera pampeana, el candombe afroargentino, y posteriormente de la habanera cubana.

En 1866, un periódico argentino emplea por primera vez el término «tango» (refiriéndose al género musical más identificado con la palabra «tango») para designar la canción La coqueta.[7] [8]

En 1876, en Buenos Aires se hizo muy popular un tango-candombe llamado El merenguengué,[9] [10] que se convirtió en éxito en los carnavales afroargentinos que se celebraron en febrero de ese año. Se interpretaba con guitarra, violín y flauta, además de los tambores de candombe afroargentino (llamador y repicador). Se ha planteado seriamente, que haya sido este contexto uno de los fuertes puntos de partida del nacimiento y desarrollo del tango.[11]

La primera partitura de la que existe registro (aunque sin autor) es La canguela (1889) y se encuentra en el Museo de la Partitura de la Ciudad de Rosario. Por otro lado, del primer tango que se tiene registro (con autor registrado) es El entrerriano ―estrenado en 1896 e impreso en 1898― del afroargentino Rosendo Mendizábal.[12]

A su vez es interesante saber que, entre 1870 y 1900 en el Gran Buenos Aires sonaban tangos tales como: El queco (autor anónimo, 1874); Señora casera (anónimo, 1880); Andate a la recoleta (anónimo, 1880); El porteñito (Gabriel Díez, 1880); Tango n.º 1 (José Machado, 1883); Dame la lata (Juan Pérez, 1883); Qué polvo con tanto viento (Pedro M. Quijano, 1890); No me tires con la tapa de la olla (anónimo, 1893); El talar (Prudencio Aragón, 1895); Concha sucia (El Negro Casimiro).[13] [14] [15] Véase también el artículo Antiguos títulos procaces en el tango.

En cuanto a la transición entre el tango criollo antiguo (milonga campera evolucionada con toques de habanera y candombe porteño), y el tango de la Guardia Vieja, se encuentran las grabaciones de los siguientes músicos y payadores argentinos:










De igual manera, el primer tango grabado por una orquesta, la de Vicente Greco, se denomina Don Juan cuyo autor fue Ernesto Ponzio.[17]

El primer grupo de tango, estuvo compuesto por dos afroargentinos, el Negro Casimiro Alcorta (en violín) y el Mulato Sinforoso (en clarinete), a los cuales se les agregaría algún guitarrista para marcar correctamente los compases y el ritmo del tango.[18] Actuaron en Buenos Aires desde principios de la década de 1870 hasta principios de la década de 1890. El Negro Casimiro es autor de Entrada prohibida,[19] luego firmada por los hermanos Teisseire, y de La yapa; a su vez, se le atribuye el tango Concha sucia, el cual más tarde sería modificado y firmado por Francisco Canaro como Cara sucia.[20] Cabe decir, que se cree que este dúo fue autor y ejecutor de muchos de los primeros tangos que hoy figuran como anónimos, ya que en esa época no se solían firmar las obras.

Por último, es de destacar que mientras que, enmarcadas en dichas fechas, en Argentina hay todas estas referencias históricas vinculadas al tango (como género musical), los primeros análisis sobre el tango en Uruguay, lo hizo un testigo protagónico de ese entonces: el pianista uruguayo Alberto Alonso. Dichos escritos han sido analizados, entre otros por Enrique Binda, quien da su punto de vista (bastante objetivo y fiable, al parecer) sobre la génesis del tango situándolo en un lugar geográfico real y concreto, el Gran Buenos Aires.[21] Por su parte el historiador Ricardo García Blaya en su libro: Historia del tango y la milonga. Buenos Aires: El Ateneo - Yenny, 2003, sostiene que el tango nació en la zona del Río de la Plata, más precisamente en Buenos Aires, extendiéndose luego a ciudades como Rosario y Montevideo.[22] También, la Dra. Marta Rosalía Norese ha escrito una tesis doctoral muy completa, en la cual relacionan total y exclusivamente al tango con Buenos Aires.[23] [24]







Buenos Aires cerca del 1900. Jóvenes trabajadores bailan tango entre hombres y escuchan a un bandoneonista en la vereda.
"El Tango". Óleo de Pedro Figari (Uruguay, 1861-1938).
Gerardo Matos Rodriguez "Becho" (1897-1948) autor del tango La Cumparsita .
Si bien el tango reconoce lejanos antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos, sus orígenes culturales se han fusionado de tal modo que resulta casi imposible reconocerlos.
Se sabe que el argot del tango, el lunfardo, está plagado de expresiones italianas y africanas;[cita requerida] que su ritmo y clima nostálgico tiene un cercano parentesco con la habanera cubana; y que «tango, milonga, malambo y candombe», son parte de una misma familia musical de raíces africanas y también de las costumbres provenientes de los gauchos que migraron a la ciudad.
Sin embargo el tango no se confunde ni deriva de ningún estilo musical en particular. Ernesto Sábato dice que por sobre todas las cosas el tango es un híbrido, una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional.
El tango apareció en el Río de la Plata y sus zonas de influencia, generalmente se acepta que surgió primero en Buenos Aires y en la zona del actual Gran Buenos Aires,[25] [26] [27] [28] [29] [30] [10] [31] [32] [33] en la segunda mitad del siglo XIX, en el marco socio-cultural de las grandes oleadas migratorias de los más variados orígenes internos y externos, que recibió entonces esa región. Jorge L. Borges dijo: "Buenos Aires, Montevideo y Rosario son los tres lugares que se han disputado el nacimiento del tango", cosa que se asemeja bastante a la realidad de la temática.
Otros puertos fluviales como en Campana y Zárate también registran antiguos antecedentes tangueros. Se trató de una música eminentemente popular, rechazada y prohibida por las clases altas y la Iglesia Católica, por lo que se desarrolló en los barrios pobres de los suburbios (los arrabales), los puertos, los prostíbulos, los bodegones y las cárceles, donde confluían los inmigrantes y la población local, descendientes en su mayoría de indígenas y esclavos africanos.
Allí se fueron fusionando libremente las formas musicales más diversas (candombe, payada, milonga, habanera, tango andaluz, polca, vals, etc.), provenientes de los orígenes más diversos (africanos, gauchos, hispanos coloniales, indígenas, italianos, judíos, alemanes, andaluces, cubanos, etc.), hasta formar el tango. Se estima que la transición duró alrededor de cuarenta años para afianzarse como un género plenamente constituido en la última década del siglo XIX.[34]
En 1857, el músico español Santiago Ramos compuso uno de los primeros temas de aire tanguero que se conozca, Tomá mate, che, un tango con letra rioplatense pero con arreglos musicales de estilo andaluz. El tema formaba parte de la obra El gaucho de Buenos Aires, estrenada en el Teatro de la Victoria.[35] En 1874 se ha documentado el primer tango que alcanzó difusión popular masiva. Se trata de El queco, también de estilo musical andaluz, con una letra sobre las «chinas» (las mujeres argentinas de origen indígena o africano) que trabajaban de prostitutas en los burdeles.[36]
En 1876 se hizo muy popular un tango-candombe llamado El mereguengué, que se convirtió en éxito en los carnavales afroargentinos que se celebraron en febrero de ese año.[10] Se interpretaba con guitarra, violín y flauta, además de los tambores de candombe afroargentino (llamador y repicador).
El bandoneón, que le dio forma definitiva al tango, recién llegaría al Río de la Plata allá por el 1900, en las valijas de inmigrantes alemanes. No existen partituras de esta etapa originaria, porque los músicos de tango de entonces no sabían escribir la música y probablemente interpretaban sobre la base de melodías existentes, tanto de habaneras como de polcas. La primera partitura de la que existe registro (pero sin autor) es La canguela (1889) y se encuentra en el Museo de la Partitura de la Ciudad de Rosario. Por otro lado, del primer tango porteño, que se tiene registro (con autor registrado) es El entrerriano ―estrenado en 1896 e impreso en 1898― del afroargentino Rosendo Mendizábal
Los títulos procaces pueden ser consultados en un anexo especial. Varios años después, a partir de los años treinta, los gobiernos militares y autoritarios, prohibieron las letras y títulos, por lo que la mayoría de ellos desaparecieron, mientras que otros fueron reescritos, como el famoso Concha sucia,[37] que fue reescrito por Francisco Canaro como Cara sucia.
El cantautor Carlos Gardel, símbolo mundial del tango.
Poco antes de que comenzara la Primera Guerra Mundial en 1914 el emperador de Alemania, Guillermo II prohibió que los oficiales prusianos bailaran el tango si vestían uniforme. El órgano oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, apoyó abiertamente la decisión en los siguientes términos:
El káiser ha hecho lo que ha podido para impedir que los gentilhombres se identifiquen con la baja sensualidad de los negros y de los mestizos (...) ¡Y algunos van por ahí diciendo que el tango es como cualquier otro baile cuando no se lo baila licenciosamente! La danza tango es, cuanto menos, una de aquellas de las cuales no se puede de ninguna manera conservar ni siquiera con alguna probabilidad la decencia. Porque, si en todos los otros bailes está en peligro próximo la moral de los bailarines, en el tango la decencia se encuentra en pleno naufragio, y por este motivo el emperador Guillermo lo ha prohibido a los oficiales cuando estos vistan uniforme.[38]
En aquellos años, en los que los hijos de familias ricas llevan a París el tango que habían aprendido en su frecuentación de los lupanares, comienza una nueva era para el género, con el aporte de músicos mejor preparados y la incorporación de letras evocativas del paisaje del suburbio, de la infancia y de amores contrariados.
La canción de tango comenzó a interpretarse desde 1850, pero no era tal porque el estilo vocal estaba ligado a la habanera y tangos españoles, sin una personalidad tanguera definida. Los cantantes de entonces no eran profesionales ni tampoco se conocía la voz del tango. El tango se cantaba como tango milongueado y los versos eran picarescos, lo que escandalizaba a la alta sociedad porteña. Los cantantes de que se habían destacado en la primera década de 1900 fueron Lola Membrives, Linda Thelma y Ángel Villoldo, entre otros. Los primeros éxitos de aquel tango fueron Hotel Victoria, El porteñito y el gran suceso La morocha de 1908. En Buenos Aires había gran cantidad de cantores que interpretaban estilos nacionales, zambas y chacareras.
Carlos Gardel, quien se inició como payador alrededor de 1910, es el más recordado cantante de tango de los años veinte y treinta. Muchos de los temas que interpretaba los compuso él mismo y encargó sus letras a su inseparable compañero, el poeta Alfredo Le Pera. Gardel, que comenzó su carrera en comités políticos de los suburbios fabriles de Buenos Aires, cantó en París y en Nueva York, filmó varias películas en EE.UU. Se convirtió en un mito para los rioplatenses cuando murió en un accidente de aviación en Medellín (Colombia). Algunos de los tangos famosos de esta primera época son La cumparsita, El choclo, Caminito, El día que me quieras, Por una cabeza, etc

martes, 27 de septiembre de 2011

CANDOMBE URUGUAY

EN ESTA PUBLICACIÓNENCONTRARAN ALGUNOS DE MIS TRABAJOS EN PINTURA DE CANDOMBE TANTO ACRILICOS COMO TINTAS, Y TAMBIÉN REFERENCIAS DE ESTE RITMO AFRO Y SUS ORIGENES EN URUGUAY, COMO REFERENCIAS DE OTROS PINTORES QUE HAN TOMADO ESTE TEMA EN SUS PINTURAS ES EL CASO DE PEDRO FIGARI ENTRE OTROS , GAYOSA, PAÉZ VILARO.


Candombe
Orígenes musicales
Música africana principalmente, del área bantú
Orígenes culturales
Comunidad africana del Río de la Plata, y en menor parte otras mezclas culturales de la región
Instrumentos comunes
Uruguay :
Tambor "Chico"
Tambor "Repique"
Tambor "Piano"
2 tambores: llamador o tumba, contestador o repicador, taba y mazacaya (en el porteño)
Popularidad
En Uruguay muy alta, desde el siglo XX. Está fuertemente vinculado al carnaval.
En la Argentina muy alta entre los afroporteños

El candombe es un género musical que tiene sus raíces en el África bantú,[2] y es propio de Uruguay, la Argentina y Brasil. El candombe uruguayo es el más practicado y difundido internacionalmente y ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.[1] El candombe argentino puede encontrarse, en menor medida y en forma focalizada, en las ciudades de Buenos Aires, Santa Fe, Paraná, Saladas y Corrientes.[3] En Brasil aún conserva su caracter religioso y lo vemos en el Estado de Minas Gerais.[4]

Originado a partir de influencias de música africana, fue desarrollándose en ambas orillas del Río de la Plata debido a la gran afluencia de negros esclavos durante la época colonial y hasta bien entrado el siglo XIX, ya con la forma republicana en vida en ambas orillas. Con el correr del siglo XX el candombe uruguayo fue dejando paulatinamente de ser una característica exclusiva de los afrouruguayos para pasar a ser un rasgo de identidad de la cultura uruguaya.[5] El candombe argentino recién cobró visibilidad hace pocos años y su práctica se circunscribe a los afroargentinos del tronco colonial.
Historia

El candombe surge en la época colonial como el principal medio de comunicación de los africanos esclavizados que desembarcaban en el puerto de Montevideo, de forma que auna comunicación, danza y religión. La palabra candombe aparece por primera vez en una crónica del escritor Isidoro de María (1808–1829). Su origen se remonta a fines del siglo XVIII en el Virreinato del Río de la Plata, en lo que hoy es Argentina y Uruguay, con su característico tamboril y sus personajes prototípicos. Originalmente concebida como pantomima de la coronación de los reyes congos, imitando en la vestimenta y en ciertas figuras coreográficas, aunó elementos de la religión bantú y la católica. Si bien es original de la actual Angola, de donde fue llevado a Sudamérica durante los siglos XVII y [siglo XVIII|XVIII]] por personas que habían sido vendidas como esclavos en los reinos de Kongo, Anziqua, Nyongo, Luango y otros, a tratantes de esclavos principalmente portugueses Los mismos portadores culturales del candombe colonizaron Brasil (sobre todo en la zona de Salvador de Bahía), Cuba, y el Río de la Plata con sus capitales Buenos Aires y Montevideo. Las distintas historias que siguieron estas regiones separaron el tronco común originario dando origen a diversos ritmos hermanados en la distancia. Es de gran importancia remarcar que en su danza no existe imitacion alguna por parte de los ejecutantes de su danza hacia sus amos (en esa época) sino que utilizaban su vestimenta en días de fiesta como conmemoración de días religiosos de la cultura.
Fue en las grandes barriadas negras de Montevideo donde esta música surge y se mantuvo viva, a pesar de extenderse a Buenos Aires, el candombe surge en Montevideo debido a su puerto natural de la época que facilitó la constitución de Montevideo como principal centro comercial de trata de esclavos junto con Cuba. El candombe termina adquiriendo su actual fisonomía en el Barrio Sur y el barrio Palermo durante los siglos XIX y XX. La mayoría de los negros se mezclaron en lo que hoy es la cultura global. Sus ritmos africanos y sus rasgos culturales se mezclaron con el fondo cultural común de estos países. Pero en los conventillos de Montevideo como el Medio Mundo y el de Ansina pervivieron grupos de familias extensas que se fortalecieron en torno al candombe. Así el candombe se convirtió en emblema, representativo de la negritud. No obstante numerosos investigadores concuerdan que el Candombe, a través del desarrollo de la milonga es un componente esencial en la génesis del Tango. En realidad, Tango, Milonga y Candombe forman un tríptico musical proveniente de la misma raíz africana. Pero con evoluciones distintas.
Inicialmente, la práctica del candombe corría exclusivamente por parte de los negros, quienes tenían destinados lugares especiales llamados tangós. Este vocablo origina en algún momento del siglo XIX la palabra tango, aunque todavía sin su significado actual.
Posteriormente surge La Comparsa, es la agrupación que congrega a los personajes típicos del candombe como son La Mama Vieja, El Gramillero, El Escobero y un numeroso cuerpo de baile representado por bailarines de ambos sexos, vibrando con el ritmo generado por La cuerda de tambores. También se les llama popularmente tamboriles, aunque esto delata que quien la emplea no es conocedor del tema.



Si bien el candombe se toca todo el año por las barriadas montevideanas, en febrero se realiza en dos barrios, Barrio Sur y Barrio Palermo de Montevideo el desfile de llamadas, que involucra a decenas de comparsas. Cada una está formada por unos cincuenta percusionistas como mínimo, quienes se complementan con un cuerpo de bailarines y los diversos personajes propios del género.
El candombe es también un ritmo que se usa en Uruguay como base para canciones de distintos estilos musicales. Ha sido adaptado a la murga,otro de los géneros característicos de Uruguay, con el nombre candombeado. Desde los años 1970 grupos como George Roos, Manolo Guardia y su Combo Candombero, Pedro Ferreira y su Cubanacan, El Kinto, Negrocan, Totem y Rey Tambor usaron el ritmo del candombe. Artistas como Eduardo Mateo, Rubén Rada, Jaime Roos cultivan el candombe canción, fusionándolo con el rock y la murga uruguaya. También en los setenta, al influjo del jazz fusión en boga en la época, los hermanos Hugo Fattoruso y Osvaldo Fattoruso junto a Ringo Thielmann, formaron Opa (con la colaboración también de Rubén Rada y el percusionista Airto Moreira), recalando en los Estados Unidos con su candombe jazz. En los últimos años, algunas agrupaciones de música bailable de la llamada música tropical uruguaya han incorporado también la "cuerda de tambores" del candombe a su producción.
Hoy se asiste a un resurgimiento, aunándose a la tradición de las Comparsas y del Carnaval con la fusión de otros ritmos (jazz, rock, beat, salsa, reagge, rap y a una expansión. Esta última debido, sobre todo, a los movimientos migratorios Desde el Uruguay a las comunidades en el mundo entero. Donde con orgullo exhiben esta expresión del candombe en los lugares más remotos. Estos candomberos hacen escuchar el cuero en Argentina, Nueva York, Ibiza, Cuba, París, Barcelona, Japón, etc..





















La influencia africana no fue ajena a la Argentina, donde el candombe también se desarrolló con características propias. En Buenos Aires hay población negra africana esclavizada desde su misma fundación, en 1580. La mención más antigua documentada de la palabra candombe en Buenos Aires aparece en un documento del Cabildo del 27 de junio de 1825 en el que se prohibieron a los negros hacer sus "batuques" y "candombes".[6] [7] Sin embargo su permanencia en la cultura argentina fue prácticamente extinta debido a hechos como la epidemia de fiebre amarilla y la Guerra del Paraguay que diezmaron la población negra y la llevaron al borde de la desaparición y, con ella, sus rasgos identitarios ancestrales.[8]
En la ciudad de Buenos Aires, fundamentalmente en los barrios del sur hoy llamados San Telmo, Monserrat y San Cristóbal, se congregaban multitudes de negros para practicarlo. Fue decreciendo paralelamente con la invisibilización que diversos gobiernos nacionales hicieron con los negros desde la segunda mitad del siglo XIX, diezmados por las causas citadas y el caudal inmigratorio de blancos europeos que los desplazó del servicio doméstico, los oficios artesanales y la venta calleja. Por otra parte, el candombe porteño permaneció oculto de cara a la sociedad envolvente por voluntad de los propios afrodescendientes durante más de un siglo.
El candombe porteño o argentino no tiene otro apelativo que éstos. Sus cultores no reconocen denominaciones como "candombe rioplatense" y "candombe guariló", ya que provienen de personas ajenas a la actividad y por tanto carecen de representatividad.[9]
El candombe afroargentino influyó en la milonga pampeana campera, y a través de ésta y con el paso del tiempo, influyó en el tango argentino.








Últimamente algunos artistas han incorporado este género a sus composiciones y crearon grupos de candombe argentino y ONGs de afrodescendientes, como la Asociación Misibamba, Comunidad Afroargentina de Buenos Aires. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el Candombe de Uruguay es aún el más practicado. Debido a la inmigración de uruguayos y por lo seductor de su ritmo que cautiva a los argentinos. Por ese motivo no solo que estudian su música sino también su baile y personajes que recrean de una forma parecida. Se toca mucho en los barrios de San Telmo, Monserrat y La Boca. Mientras que la variedad argentina tuvo menos difusión local (comparada con la difusión que hubo en Uruguay); principalmente por la mermación de población de origen negroafricano, su mezcla con inmigrantes blancos y la prohibición del carnaval durante la última dictadura.El candombe porteño lo tocan sólo los afroargentinos en el ámbito privado de sus casas, ubicadas mayormente en el conurbano bonaerense.[10] Recientemente, a partir de su cambio de estrategia de pasar del ocultamiento a la visibilización, hay algunos emprendimientos para interpretarlo en el espacio público, como escenarios y desfiles callejeros. Entre los grupos de candombe argentino se encuentran Tambores del Litoral (unión de Balikumba, de Santa Fe y Candombes del Litoral, de Paraná, Entre Ríos), Bakongo (estos, cuentan con su propia página web), Bum Ke Bum y la Comparsa Negros Argentinos; estos tres últimos del Gran Buenos Aires.

Características musicales



El candombe uruguayo tiene un ritmo de cuatro negras por compás con clave 3:2, la misma clave 3:2 del son cubano.

[editar] Instrumentos del candombe



Uruguay - Tambores de candombe: repique (izquierda), piano (medio) y chico (derecha).


El candombe uruguayo hoy en día se toca con tres tambores: chico, repique y piano, ordenados de más agudo a más grave. Hoy en día se fusiona con guitarra, piano, y otros instrumentos.

Chico

El chico es el tambor más pequeño y de registro más agudo; es la base del candombe, el patrón que toca vendría a ser como el de una maraca o una cáscara pero en un tambor. Toca la segunda semicorchea de cada negra con la mano mientras que la tercera y la cuarta con el palo, dejando en silencio la primera semicorchea de cada negra. El chico repicado toca la segunda semicorchea con la mano mientras que la primera, tercera y cuarta con el palo. El chico tiene un patrón fijo: cada negra del compás de cuatro cuartos, se divide en cuatro partes: Chico de 2

  1. Un silencio —de semicorchea.—
  2. Un golpe acentuado, semiabierto (como un snap(conga) pero sin dejar la mano en el cuero), de mano izquierda,
  3. Dos golpes de palo, el cual se sostiene con la derecha.

Ejemplo: Compás 4/4 s M p p s M p p s M p p s M p p \\ Chico de 3 ó 4

  1. Un golpe acentuado, semiabierto, de mano izquierda,
  2. Tres golpes de palo, el último golpe que algunos lo tocan acentuado(cae en la semicorchea número 1) el cual se sostiene con la derecha.

Ejemplo: Compás 4/4 s M p p p M p p p M p p p M p p \ p M p p p M p p p M p p p M p p \\

Repique

Las dimensiones del repique lo sitúan en el medio, más grande que el chico pero más pequeño que el piano y, en cuanto a registro, también está situado en el medio. Básicamente cuenta de un ritmo de 2 células de 2 negras donde se acentúa la 2.ª semicorchea de la primera negra y la primera y cuarta semicorchea de la 2.ª negra. Entre estos acentos que son tocados con la mano el palo rellena; este relleno depende totalmente del barrio y del tocador. El repique también cumple la función de llevar la clave (madera) sobre el casco del tambor y «conversa» con los otros repiques y con los pianos. Normalmente es el tambor que llama tanto a subir o bajar de tempo e intesidad como a cerrar y abrir el toque. El repique es el que más improvisa y difícilmente se puede describir con lenguaje técnico su ritmo. Una base de ejemplo es: s M s p M p s M p M s p M p s p\

 Piano

El piano es el tambor más grande de registro más grave. El patrón que toca depende del barrio y del tocador que lo ejecute. No todos los tocadores de piano repican pero es algo que se da cada vez más en los diferentes barrios de Montevideo. El piano «llama», «contesta», «rezonga» y «tiene una conversación» con los repiques y con los otros pianos. El piano suele improvisar bastante variando de acuerdo a una u otra zona de Montevideo. Por lo general cada agrupación cuenta con un ritmo de piano propio que la identifica.
Argentina
El candombe argentino se toca con dos tipos de tambores, de exclusiva ejecución masculina: “llamador”, "base", "tumba", “quinto” o “tumba base” -que es grave- y “contestador”, “repicador”, “requinto” o "repiqueteador" -que es agudo-. Sendos tambores los hay, a su vez, en dos modelos: en tronco excavado, que se cuelgan con una correa en bandolera y se tocan en desfile de comparsa; y con duelas, más altos que aquellos y se tocan de sentado. Ambos tipos, se percuten directamente con las manos. Otros dos tambores se tocan ocasionalmente: el “macú” y el “sopipa”. Ambos son hechos con tronco excavado, el primero se toca acostándolo en el piso pues se trata del tambor más grande y grave de todos, y el “sopipa” que es pequeño y agudo, colgado o sosteniéndolo entre las rodillas.
Entre los idiófonos que siempre acompañan está la “taba” y la “masacalla” (o “mazacalla”), pudiéndose sumar el “quisanche”, el “chinesco” y la “quijada”. Sea que el candombe se toque de sentado o en desfile, se trata de una práctica vocal-instrumental, existiendo un nutrido repertorio de cantos en idiomas africanos arcaicos, en español o en una combinación de ambos. Suelen estructurarse en forma de diálogo y se interpretan de manera solista, responsorial, antifonal o en grupo. Aunque generalmente el canto es una práctica femenina, también intervienen hombres. En los casos que hay más de una voz, siempre es al unísono.

















PEDRO FIGARI - PINTOR DE LA PASION DEL CANDOMBE





Sus temas nativistas, muy difundidos en la literatura y el arte en la década de 1920, tienen un carácter nostálgico y onírico y son fruto de la distancia, ya que la mayoría de estas pinturas las realizó en París: sus negros, personajes camperos y escenas coloniales estaban muy lejos del universo parisino que le rodeaba. Las manchas y los colores expresivos, llenos de vitalidad, dan forma a cuerpos humanos y animales dotados de una enorme elasticidad. Sus perros, presentes frecuentemente en los patios coloniales, así como los caballos de las escenas camperas, parecen seguir con su anatomía las contorsiones de los seres humanos a los que acompañan.

El colorido y la pincelada en forma de mancha son dos características que lo emparentan con Van Gogh y los postimpresionistas, quienes solían distorsionar formas y colores generando en sus obras un espacio mágico. Los numerosos dibujos que realizó, como los que ilustran su libro Historia Kiria, muestran una línea de gran fluidez. En 1933 Figari regresó al Uruguay con una importante obra después de más de diez años de ausencia.